Una sombra alargada empezó a ondear en el equipo Lotto Belisol ya que su hombre más fuerte para la general, Jurgen Van den Broeck, abandonó el Tour de Francia tras la caída sufrida en la llegada a Marsella. Pero el equipo belga fue capaz de sobreponerse ante tan importante pérdida y por ello, centraron sus esfuerzos en la victoria al sprint.
Allí apareció André Greipel, el corredor alemán batió a sus rivales en la línea de llegada de Montpellier y consiguió una importantísima victoria para su equipo.
La etapa comenzó con la escapada protagonizada por el español Luis Ángel Maté que se marchó en solitario en busca de protagonismo.
El pelotón acabó con las esperanzas del español y rápidamente se echó encima de él. La carrera a falta aún de 130 kilómetros para el final se mostró relativamente tranquila, eso sí con algunas caídas dentro del pelotón.
Pero la tranquilidad llegó a su fin cuando el viento hizo acto de presencia, pero sin apenas consecuencias para los corredores que siempre estuvieron atentos en posiciones delanteras del pelotón ante cualquier abanico producido a causa del viento.
En los kilómetros de aproximación a la meta, el Lotto se hizo con el control del grupo y encabezó el sprint final para preparárselo de la mejor manera posible a André Greipel. El alemán se aprovechó de la caída de Mark Cavendish que se produjo a falta de 33 kilómetros para el final de la etapa.
El ciclista británico del Omega no pudo disputar el sprint en plenas condiciones físicas debido a esa caída y vio como Greipel se hizo con el sprint seguido de Peter Sagan y Kittel que acabaron segundo y tercero respectivamente.
La clasificación general sufre un cambio que es el paso de manos del liderato de Simon Gerrans a su compañero Dayl Impey. El ciclista africano se convierte en el primer africano que viste el maillot de líder del Tour.
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