Koponen, como estaba previsto, fue el artillero finlandés desde el primer momento, hasta el punto de que a los cinco minutos el marcador reflejaba un España 10-Koponen 9, ya que fue el único anotador de su equipo.
Y es que la defensa zonal española no acabó de ajustar lo suficiente y el jugador del Khimki Moscú tiró con relativa comodidad y absoluta puntería.
Había que ganar y España ganó, en un partido poco vistoso y demasiado denso y parado, por momentos, consiguiendo una victoria imprescindible que le permite seguir en el buen camino hacia los cuartos de final del Europeo.