Así lo asegura un estudio sobre las actividades de los servicios de inteligencia de Reino Unido, Suecia, Francia, Alemania y Países Bajos y su compatibilidad con la legislación europea encargado por el Parlamento Europeo a raíz del escándalo del espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) surgido tras las revelaciones de Edward Snowden-exagente de este organismo.
El informe constata que las actividades de vigilancia por los servicios de inteligencia de Reino Unido, Suecia, Francia y Alemania son "a gran escala" mientras que en el caso de Países Bajos admite que "no existen pruebas concretas" que confirmen actividades de espionaje masivo a ciudadanos.
Las capacidades de espionaje de Suecia, Francia y Alemania son "bajas" en comparación en todo caso con "la magnitud" de las operaciones por parte del servicio de inteligencia británico GCHQ y el de la NSA estadounidense, según precisa este informe, que ha sido elaborado por un grupo de expertos independientes en base a informaciones obtenidas de los medios y a entrevistas con expertos.