Acompañado de la reina y los príncipes de Asturias, esta ceremonia castrense en el Palacio Real se ajustará al estado físico del monarca, que aún necesita apoyarse de las muletas para caminar y no debe pasar demasiado tiempo de pie.
Como ya ocurrió en la edición del año pasado -cuando Juan Carlos también andaba con muletas como consecuencia de una operación anterior de cadera- el acto será más corto de lo que venía siendo habitual.
Se reducirá el besamanos a una serie de autoridades (representantes del Gobierno y la cúpula militar) y la Familia Real presenciará sentada parte del acto, al que acudirán el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa e Interior, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz.
Juan Carlos se levantará para pronunciar su discurso ante unos 250 invitados (entre distintas autoridades y miembros de las Fuerzas Armadas), si bien se le facilitará un atril donde pueda apoyarse.
La Pascua Militar, celebración instituida por Carlos III como muestra a los Ejércitos, suele servir al Rey y al titular de Defensa para hacer balance del año anterior y marcar retos futuros.