Benzema fue el hombre del partido. Aún así, le costó, como le cuesta en su club, donde a veces es capaz de brillar como el que más y otras se esconde para no aparecer en muchos partidos.
En su estreno mundialista estuvo desaparecido durante casi toda la primera parte. Fue su primera versión. Después, apareció la segunda, la mejor, la que le ha dado fama y con la que acabó con la resistencia de su primer rival en Brasil.
De hecho el otro tanto fue también acción del delantero del Real Madrid pero el balón lo introdujo en la portería el meta Valladares en la primera acción del Mundial en la que tiene que intervenir el ojo de halcón.
Y es que la aventura de Honduras, en su segundo Mundial consecutivo, comenzó en un estadio, el Beira Rio de Porto Alegre, en el que no llegaron a sonar los himnos de los dos países protagonistas. Fue un síntoma de descontrol que posteriormente no afectó a los hombres de Didier Deschamps y sí a los de Luis Fernando Suárez.