Desde hace varios años, diferentes firmas tecnológicas y otras dedicadas a este cuestionable sector han ensayado en diversas ocasiones con programas informáticos que, de forma virtual, recrean secuencias sexuales para “gratificación” del espectador.
Oculus VR, filial de Facebook tras una multimillonaria compra, ha comenzado a producir contenido audiovisual para este tipo de tecnología.
La pornografía es una industria rentable (mueve unos 97.000 millones de dólares al año). Las personas que se dedican a ello no quieren perderse ninguna oportunidad de llevar sus contenidos y servicios a cualquier ámbito.