En la final, el emblemático equipo neoyorquino derrotó 3-2 a Ottawa Fury. Tres goles del delantero argentino Gastón Cellerino definieron un partido friccionado, donde la intensidad prevaleció sobre el orden.
Raúl, aunque tuvo poca participación durante el partido, aportó una asistencia al minuto 85, cuando habilitó en un contragolpe a Cellerino para el 3-1 parcial que permitió asegurar el segundo título en tres años del equipo americano.