La de Caracas, ganadora este año de Wimbledon y de Roland Garros en 2016, se presentaba en la cita neoyorquina con buenas opciones de ascender al trono del tenis femenino, en poder hasta el domingo de Pliskova, pero su derrota en los octavos de final ante la checa Petra Kvitova le había dejado en manos de lo que hiciesen tanto Pliskova como la ucraniana Elina Svitolina.
Pero la de Odessa, cuarta del mundo, tampoco pudo pasar de la cuarta ronda al caer ante la estadounidense Madison Keys y las opciones de Muguruza, número tres, quedaban en manos de lo que hiciese ya la número uno del mundo, que necesitaba llegar al menos a la final en Flushing Meadows para mantener el reinado que ostentaba desde mediados de julio, algo que no pudo hacer al no superar la antepenúltima ronda ante la estadounidense CoCo Vandeweghe.