De Ginebra 1935 a Pekín 2019: los 19 podios de la Selección Masculina de Baloncesto

El 4 de mayo de 1935 el baloncesto español consiguió una plata en el Europeo 1935, pocas semanas después del primer partido oficial. Una hazaña con problemas para llegar a tiempo al primer partido, y con los gastos de desplazamiento pagados por el entonces presidente de la FEB, Gonzalo Aguirre. Unos pioneros que abrieron un camino que, de momento, está culminado con el segundo título de campeones del mundo, el conseguido hace unos meses en Pekín.

Tras la medalla de 1935 llegaron años duros para el baloncesto y para el país, hasta la plata en el Europeo de Barcelona 73 (un nuevo éxito aislado), la de Nantes 83 y la olímpica de Los Angeles en el 84. Estos dos podios provocaron el ‘boom’ del baloncesto español que consiguió crear una gran afición en el país.

El otro gran momento de la historia ocurrió en 1999. Mientras el equipo senior conseguía una meritoria plata en el Europeo de Francia, la generación del 80 conseguía el oro en el Mundial Junior de Lisboa. La llegada de los Navarro, Pau, Raúl López, Felipe Reyes… a la selección consiguió cambiar la dinámica y hacer de los podios un lugar común para España.

España ha conseguido medalla en 8 de los últimos 9 Europeos, ganando en tres de ellos (2009, 2011 y 2015). Y en torneos mundiales ha conseguido dos oros (2006 y 2019) y tres medallas olímpicas más (las platas de 2008 y 2012; y el bronce de 2016). Un palmarés que ha convertido a España en la primera potencia europea, y en la segunda mundial, solo por detrás de Estados Unidos.

Pau Gasol es el jugador con más medallas en categoría senior con 11. Sus compañeros de generación (Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes) han conseguido 10, mientras que Rudy Fernández también consiguió su décima medalla en Pekín el pasado verano. Con 9 medallas se encuentra Marc Gasol y con una menos el extremeño Jose Calderón. Ricky Rubio, Víctor Claver, Sergio Llull y Sergio Rodríguez tienen siete medallas en su palmarés.

A la lista de 19 podios se le podría añadir cuatro medallas de gran importancia en la década de los 50 y 60 en los Juegos Mediterráneos. En aquel momento era una competición con los equipos absolutos de los países europeos, asiáticas y africanos participantes. La plata de 1951 en Alejandría y, sobre todo, el oro en 1953 en Barcelona fue un momento muy importante para la historia internacional del baloncesto español. Luego se consiguieron otras dos platas en Beirut 1959 y Nápoles 1963.

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