Las lágrimas de Sugoi Uriarte hacían presagiar lo que han sido días cargados de injusticias y desconsuelo. El judoka español se mostraba destrozado tras perder la medalla de bronce contra el surcoreano Jun-Ho Cho por decisión de los árbitros.
Una derrota anunciada
El debut en los Juegos Olímpicos de Uriarte se vio truncado por una "decisión injusta del trío arbitral", tal y como explicaba el vasco: "Pensaba que la medalla era mía".
Sin embargo, la victoria de Cho parecía irrefutable por decenas de diarios deportivos de todo el mundo, tras habérsele arrebatado la victoria contra el japonés Masahi Ebinuma en cuartos de final, otra vez, por decisión arbitral.
Ensañamiento contra España
Los errores de los colegiados se han llevado por delante a deportistas de judo, gimnasia, esgrima, fútbol, waterpolo, volley playa…, aunque la mayor parte de estos traspiés los han sufrido representantes españoles.
Lo de la Rojilla en Londres ha sido un desastre, aunque podríamos haber empatado a Honduras gracias a un penalti a favor del equipo español que el árbitro venezolano Juan Soto dejó pasar.
El waterpolo masculino también vio truncadas sus aspiraciones en su encuentro con Croacia. Según declaraciones del seleccionador español, Rafa Aguilar: "Hay un árbitro, el juez de línea, que está para decidir si un balón ha entrado o no, y él ha dado gol, pero el árbitro principal no ha querido preguntarle para no echarse atrás con su decisión ¿Para qué tantos árbitros?".
La FINA desestimó la reclamación oficial del conjunto español, a pesar del rotundo gol de espaldas del veterano Iván Pérez.
Sus homólogas no lo están teniendo nada fácil, a pesar de que siguen en la competición. Durante el encuentro contra Hungría hemos podido ver al seleccionador español a punto de estallar ante la impasividad del colegiado, que ha perjudicado al conjunto español a lo largo de todo el encuentro.
Otros ejemplos internacionales
Los árbitros también se han mostrado inclementes con deportistas como la coreana Shim Lam, que estuvo llorando más de una hora tras su derrota contra la campeona olímpica actual.
Un fallo técnico dio la victoria en las semifinales a su oponente, la alemana Britta Heidemann, a pesar de la queja que presentó el técnico coreano y que fue aceptada por los jueces.
Finalmente, los colegiados decidieron no cambiar el resultado final, aunque ofrecieron a Lam una medalla de consolación que ésta no se tomó demasiado bien: "Esto no va a hacer que me sienta mejor, porque no es una medalla olímpica. No puedo aceptar el resultado porque creo que se ha cometido un error".
También el equipo de gimnasia de Japón vio cómo su gran baza, Uchimura, fallaba en potro con una puntuación que les dejaba momentáneamente sin metal. Sin embargo, apenas 10 minutos después, el comité de apelación subía la nota del considerado mejor gimnasta del siglo XXI, otorgando al conjunto la medalla de plata.
La AIBA, ejemplo a seguir
El taiwanés Ching-Kuo Wu, presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), ha tenido que tomar duras decisiones en estos juegos: “Nuestra principal preocupación ha sido y será siempre la protección de la integridad y del juego limpio de nuestras competiciones. Voy a tomar todas las medidas posibles para reforzar esto”.
El colegiado Ishanguly Meretnyyazov tuvo que abandonar Londres tras el polémico encuentro entre el japonés Satoshi Shimizu y el azerí Magomed Abdulhamidov, por no haber detenido el combate en el tercer asalto cuando un agotado Abdulhamidov cayó al suelo hasta en cinco ocasiones.
Los responsables de AIBA sancionaron además al alemán Frank Scharmach por su funesto trabajo el pasado miércoles en el encuentro que enfrentaba al cubano José Larduet y el iraní Ali Mazaheri.
Unas olimpiadas que se recordarán, más que por los logros deportivos, por las controversias generadas por las malas decisiones de un puñado de árbitros que empañan con sus decisiones las esperanzas de los mejores deportistas del mundo.
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