El Madrid ganó en Gelsenkirchen, otra vez, aunque esta vez lo hizo sin goleada. El resultado le mete casi en cuartos de final y devuelve al equipo el optimismo que ofrece la Champions.
A los cinco minutos de partido, el Madrid ya teníadominado al Schalke. No hubo nada relevante hasta el minuto 25, que permitió observar con atención aLucas Silva,novedad en el once de los blancos. El brasileño cumplió.
El gol de Cristiano, supuso un golpe de aire para el Madrid. Su cabezazo que dio el primero en el marcador para los blanco, fue el broche final a un gran pase deCarvajal, colgado con la pierna izquierda. Las oportunidades del Madrid se sucedieron a partir de entonces.El joven Wellenreuther evitó el gol de Benzema.
Huntelaar, se lesiono a la media hora del encuentro, y el equipo de Di Matteoperdió el norte por completo. En consuelo de los alemanes fue que el sustituto Platte dejó anoche muchos detalles de gran futbolista.
El Madrid siguió avanzando.Isco y Kroos se hicieron los amos en el centro del campo con la ayuda de Lucas Silva. Los alemanes perdidos en su propio campo, empezaron “dar palos” innecesarios; sobre todo los de Boateng, casi siempre en las tibias de Cristiano.
Ya en la segunda mitad del encuentro, los jugadores del Schalke encontraron un motivo por el que seguir luchando. Los blancos ganaban por la mínima y el marcador seguía abierto. Así se explica el disparo al larguero del joven Platte, un misil que hizo que el Madrid se temiera lo peor.
La consecuencia fue casi inmediata.Marcelose incorporó al ataque y marcó un golazo, con un derechazo inaudito para un futbolista muy zurdo.
El gol de brasileño supuso el 0-2 final en el marcador que inclina mucho la balanza al lado de los blancos, a la espera de la vuelta en el Santiago Bernabéu.
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